La hidrolipoclasia ultrasónica es un tratamiento para la obesidad localizada que combina la infiltración de una solución acuosa en el tejido adiposo con la posterior aplicación de ondas de ultrasonido para conseguir la destrucción de las células grasas.

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Las ondas de ultrasonido que actúan sobre esta solución producen una mayor temperatura en el tejido adiposo, un aumento de la circulación sanguínea y la activación de las moléculas de oxígeno, produciéndose así la oxidación de las grasas y la ruptura de los adipocitos seguida de su eliminación por la circulación linfática y la orina.

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La hidrolipoclasia ultrasónica se puede utilizar en cualquier zona del cuerpo: abdomen, espalda, brazos, muslos, grasa alrededor de las rodillas, papada, etc. También actúa para mejorar la celulitis y remodelar la figura corporal.

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El tratamiento va seguido de un drenaje linfático para ayudar al cuerpo a drenar la grasa tratada a través de la orina.

Ofrece resultados muy satisfactorios, incluso después de la primera sesión. Esta técnica se puede modificar o combinar con soluciones que aumenten la emulsificación de grasas como el Desoxicolato de Sodio: Adipocitolisis Química.

Habitualmente se realizan de una a seis sesiones por zona según los resultados deseados, con un intervalo de diez días a tres semanas entre ellas, dependiendo del método y medicamentos elegidos. En casos de obesidad localizada muy pequeña, incluso una sola sesión ofrece resultados satisfactorios con reducción de medidas. Los resultados son incluso mucho mejores después de tres sesiones.

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Es un tratamiento ideal para pacientes que desean tener una rápida reducción del volumen y tamaño de la grasa sin pasar por un quirófano y sin sufrir los riesgos de cirugías y anestesia. Permite continuar inmediatamente con una vida normal y sin incapacidad médica alguna.